El azafrán favorece la digestión, es carminativo, tiene un efecto reductor del colesterol, regula la menstruación. Por su buen color y aromático gusto se utiliza en ocasiones como agente de sabor y especialmente de color. En grandes dosis puede colorear de amarillo la orina, el sudor y otras secreciones.
En ginecología se recomienda en caso de reglas dolorosas o escasas
El azafrán estimula la sudoración y se utiliza en caso de fiebre.
Se usa en numerosas formulas bucales para el tratamiento de llagas de la boca, para aliviar los dolores provocados por la dentición del niño.
La forma habitual de utilizar el azafrán en los alimentos es: se separan las hebras con los dedos y se tritura en un poco de agua y se agrega al plato que estamos cocinando. Normalmente se suele añadir el azafrán en la última parte de la receta, minutos antes de retirar la cazuela, paella, etc.
Con el propósito de que se conserve mejor su aroma y sabor. Se deben de echar entre 3 y 5 hebras por persona.
Post aportado por Antonia Guerrero Sorlózano
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